Dejaste de ser un pájaro que vuela de rama en rama por ser parte de mi árbol. Dejaste de ser una abeja que se alimenta en cada flor por encontrar su mejor apetito en la más hermosa del mundo. Acertaste de lleno como una nota redonda en un compás cuatro por cuatro como la bailarina de ballet en el cascanueces como hizo Mozart en su última obra, que siendo una composición inacabada, es de las más maravillosas que se ha escuchado. Llegaste a mi corazón, Cupido dio de lleno. No le tembló el pulso. Pensaste que Cupido se equivocaría, que su flecha sería como aquel avión que cambia de rumbo en el último segundo como aquel barco que no llega a su puerto como aquella botella sin mensaje que no llega a destinatario. Pero no. Cupido dio de lleno. El avión aterrizó en mi corazón, no buscó ningún otro aeropuerto como aterrizaje de emergencia. El barco siempre llevó buen rumbo, llegó a mi puerto y la mujer del pescador le espero con rosas y con ojos llorosos