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Deja de...


Deja de...

Deja de mirar pantallas congeladas
y mira más los ojos de tu madre
para que aprecies bien
lo guapa que está cuando sonríe.

Deja de tener tus dos manos en pantallas táctiles
y utiliza una de ellas,
para tocarle el culo a la vida
y la otra mano para controlar al corazón.

Deja de sentir con la cabeza
y haz más caso al corazón.
Que volar no puede hacerlo cualquiera
y la tierra es a veces aburrida para ir tanto a pasear.

Píllate de una ciudad
para tener la excusa de volver ahí.
Porque recuerda,
“uno siempre vuelve al lugar donde fue feliz”.

Suma las mariposas que revolotean en tu estómago
y multiplícalas por las veces que esa persona te deja sin aliento.

Respira el aire de las montañas
y duerme
(sueña)
en una habitación de hotel con vistas.

Guíñale un ojo al destino.
Haz testigo a la luna
de tus noches de locura.
Enamórate de tu forma de ser.
Rétale a tus sueños.
Plántale cara a tus miedos.
Compón la mejor banda sonora de tu vida,
tira las partituras por la ventana
marca el ritmo de tu vida
y vive acompasada.
Pero
vive,
sobre todo eso.

Vive

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